
En los últimos meses, han surgido preocupaciones sobre etiquetas electrónicas para estantes (ESL) y la posibilidad de que se produzcan subidas repentinas de precios en las tiendas de comestibles. Para los comerciantes que se basan en la coherencia, la confianza de los clientes y la transparencia de los precios, es comprensible que esta narrativa pueda suscitar dudas.
Pero la realidad es la siguiente: los ESL no están diseñados, ni se utilizan habitualmente, para aplicar precios dinámicos en el sector de la alimentación. De hecho, hacen todo lo contrario, ya que favorecen la eficiencia operativa, la precisión y una mejor experiencia del cliente.
El término «precio dinámico» suele referirse a los aumentos rápidos y automáticos de los precios en función de la demanda en tiempo real, como pagar más por un viaje a casa durante una tormenta. Es un estrategia de precios Eso funciona en algunos sectores, pero el de los comestibles no es uno de ellos.
Dado que permiten cambios de precio en tiempo real, algunos han especulado con que podrían utilizarse para implementar precios dinámicos basados en la demanda. Aunque eso es técnicamente posible, dista mucho de ser la norma y no se ajusta al funcionamiento de la mayoría de las tiendas de comestibles ni al uso actual de la tecnología ESL.
En la práctica, los ESL respaldan estrategias de precios inteligentes y estables, no precios dinámicos. Así es como funciona:
Las etiquetas electrónicas para estantes permiten a los tenderos gestionar el inventario y actualizaciones de precios en todas las tiendas desde una única fuente, lo que garantiza la coherencia y el cumplimiento normativo.
Los equipos dedican menos tiempo a imprimir y reemplazar etiquetas de papel, y más tiempo a tareas centradas en el cliente. Las etiquetas pueden reducir el tiempo dedicado a los cambios de precios en hasta 80%.
Los ESL dan a las estanterías un aspecto más limpio y moderno, y mantienen los precios mostrados alineados con el sistema de punto de venta.
Al reducir la necesidad de etiquetas impresas en papel y actualizaciones manuales, las ESL contribuyen a que las operaciones de las tiendas sean más ecológicas.
En entornos dinámicos, los ESL ayudan a los comerciantes a reflejar los cambios relacionados con las promociones, las actualizaciones de los costos de los proveedores y los ajustes normativos, con precisión y puntualidad.
821 000 compradores Afirman que una política de precios clara y sin cargos ocultos es esencial para reducir el estrés y mejorar la experiencia de compra. Estos son los verdaderos motivos que impulsan la adopción de ESL, y no el deseo de sacar provecho de los picos repentinos de demanda.
La fijación inteligente de precios consiste en utilizar datos y planificación para optimizar las estrategias de precios a lo largo del tiempo, equilibrando la competitividad, los márgenes y las expectativas de los clientes. Incluye promociones programadas, programas de fidelización y precios ajustados a cada región.
Los comerciantes que utilizan ESL suelen centrarse en:
Las etiquetas electrónicas para estantes no socavan la estabilidad de los precios, sino que la refuerzan. Ayudan a garantizar que el precio que ve el cliente sea el precio que paga. Reducen al mínimo la confusión y los errores humanos. Además, permiten al personal de la tienda comunicarse de forma clara y coherente, especialmente durante cambios de precios complejos o de gran volumen.
En las tiendas de comestibles actuales, donde convergen la inflación, la escasez de mano de obra y las expectativas cambiantes de los compradores, herramientas que mejoran La transparencia y la eficiencia son más esenciales que nunca.